Ante dolores repetitivos y baja de defensas constante, es importante revisar que está pasando a nivel emocional.
Veremos solo algunos casos, enfatizando, que estos síntomas se presenten de formas repetitivas, donde aún ante diagnóstico y bien medicadas, los síntomas aparecen y logran que quiénes los sufren pasen momentos de malestar y distimia (alteración del estado de ánimo que tiene los siguientes síntomas: Altibajos del estado de ánimo, con tendencia al estado de ánimo irritable o deprimido) .
Cuando duele la garganta, a nivel de síntomas, es importante revisar que es lo que se está dejando de decir, de aclarar, de pedir.
Dolor de estómago, con ardor. Revisar qué estás guardando en cuanto a sentimientos y emociones, qué enojo o recelo no estás dejando fluir. Qué situaciones se están evitando, qué estas “comiéndote” emocionalmente, que te provoca dolor y malestar.
Dolores de cabeza. Revisa la manera en que estás en tu presente, si es lo que quieres vivir, si te encuentras en donde y con quien deseas. De no ser así, ¿que deseas hacer?, con la regla de “no dañarás, pero sí te harás caso.”
Molestias en órganos sexuales. Este síntoma es muy interesante ya que ante relaciones con dolor emocional, por infidelidades, malos tratos, poca valoración, baja autoestima, este es el lenguaje que el cuerpo adopta para que se le tome en cuenta. Revisar cómo están funcionando las relaciones en pareja, la relación contigo mismo(a), de aprecio, respeto, o de abandono y desamparo de ti mismo(a), carente de autoapoyo.
Dolor de espalda, rigidez, músculos adoloridos desde el cuello hasta los hombros. Generalmente revela mala posición al dormir o sentarse, pero también es el reclamo del organismo ante una gran cantidad de emociones contenidas, de miedos y preocupaciones que no son enfrentadas de forma directa.
La falta de libido, cuando esta baja se presenta en una pareja sana como parte de una forma inadecuada de comunicarse, de violentarse, en pareja, un caos de emociones y sentimientos. Este padecimiento ocupa un lugar muy importante en las parejas que acuden a terapia de pareja, reconocer, perdonar, recorrer la historia de vida juntos, lo que se ha logrado y lo que se ha ido quedando bloqueado, es parte de la cura hacia el recuperar del deseo.
Realmente nuestro cuerpo GRITA, lo que no sabemos cómo decir y preferimos callar y almacenar “para después” Aunque eso sea la causa de enfermarnos gravemente. Así se ven personas con cánceres y enfermedades degenerativas poseedoras de una vida saturada de estrés, dolor emocional y incapacidad de hablar o enfrentar sus problemas de forma sana y equilibrada, generalmente es a gritos o en silencio.
Para reflexionar…
EL CUERPO GRITA LO QUE LA BOCA CALLA
La personalidad es un coflicto entre el cuerpo y el alma (Bach)
Muchas veces…El resfrío “chorrea”, cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta “tapona”, cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde, cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes invade, cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda, cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime, cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja, cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece, cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran, cuando las defensas están amenazadas.
El pecho aprieta, cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube, cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan, cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre calienta, cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen, cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer mata, cuando te cansas de “vivir”.
Y tus dolores callados? Cómo hablan en tu cuerpo?
Elige alguien que te pueda ayudar a “organizar las ideas”, “armonizar las sensaciones” y recuperar la alegría.
El dolor de garganta “tapona”, cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde, cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes invade, cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda, cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime, cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja, cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece, cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran, cuando las defensas están amenazadas.
El pecho aprieta, cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube, cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan, cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre calienta, cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen, cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer mata, cuando te cansas de “vivir”.
Y tus dolores callados? Cómo hablan en tu cuerpo?
Elige alguien que te pueda ayudar a “organizar las ideas”, “armonizar las sensaciones” y recuperar la alegría.
Todos precisamos saludablemente de “un oyente interesado”. Pero todo depende, principalmente, de nuestro esfuerzo personal para hacer que sucedan mudanzas en nuestra vida.
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