Un buen caso de éxito en la actividad se puede encontrar en el barrio tapatío de San Andrés, México, donde Silvia Montero demuestra los resultados positivos de las huertas urbanas.
“Al recoger unos rabanitos o unas cebollas, una lechuga sangría, unas espinacas y comerlas recién cortadas. Eso es muy diferente de comprar las verduras en una tienda o un supermercado”, declaró.
En la propiedad se habilitaron lugares para la producción de hortalizas, un poco de maíz y plantas decorativas, combinados con cultivo de espinacas, remolachas o betabeles, cebollas, jitomates, brócoli y calabazas, entre otras.
Entre las plantas ornamentales se encuentran el cordón de obispo, la citronela y el cempasúchil.
¿Como Repercute la Huerta Urbana en el Bolsillo?
De acuerdo al producto y al volumen que se obtenga, el ahorro en el gasto familiar se da en un rango del 10% al 30%, además de que estos huertos urbanos son un medio único para la fomentación y difusión de una cultura que valore el caracter sustentable de la agricultura, ya que no se recurre a fertilizantes, ni a plaguicidas sintéticos.
Dentro de las políticas que impulsa la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura urbana es un modelo de promoción prioritaria, con la intención de promover la seguridad alimentaria en cada país, sobre todo en los que tienen más dependencia en este rubro.
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