El cuerpo
perfecto es un ideal que la sociedad persigue desde hace varias décadas,
influyendo sobre la mentalidad de hombres y mujeres jóvenes de todo el mundo.
El mundo de la
moda, los medios de comunicación y más recientemente, las redes sociales, son algunos
de los que promocionan la búsqueda del cuerpo perfecto, sin importar el costo.
Esta idealización del cuerpo perfecto tanto en hombres como en mujeres, tiene sus consecuencias positivas y negativas. Ya que inculca en las mentes de los más influenciables, estándares de belleza, los cuales buscan alcanzar sin importar el sacrificio que deban realizar para ello.
Dietas extremas, un control excesivo sobre la alimentación, rutinas agotadoras en el gimnasio, tratamientos en la piel y hasta cirugías. Son tan solo algunas de las cosas que las personas de todas las edades son capaces de realizar para alcanzar el cuerpo perfecto.
En el mercado de la belleza existen miles de tratamientos, productos y opciones que se adaptan al bolsillo de las personas dedicadas a esta labor. Sin embargo, si hay algo que muy pocas personas se fijan, es que persiguen únicamente una imagen externa para complacer al entorno en el que se desarrollan.
Una decisión que a largo plazo puede tener consecuencias negativas en la mente de aquellas personas que se entregan totalmente a la búsqueda de este ideal. Ya que con el tiempo, pueden incluso perder de vista aquel modelo de cuerpo perfecto que perseguían al inicio, entrando en un círculo vicioso de nunca acabar.
La eterna búsqueda del cuerpo perfecto
Pero, ¿obtener el
cuerpo perfecto es realmente un sinónimo de felicidad? Quizás la respuesta
inicial a esta pregunta te apunte hacia un “sí”. Sin embargo, para lograr
mejorar tu aspecto exterior, primero debes comenzar a mejorar tu estado
emocional.
Ya que aunque no lo creas, al no sentirte a gusto contigo misma, es imposible para ti, sentirte satisfecha con los resultados obtenidos, incluso si se trata del cuerpo perfecto que tanto soñabas.
Al fijarte en los
estándares de la sociedad como guía sobre la apariencia ideal, confías tu vida
y cuerpo en un sistema extremadamente cambiante. Ya que el cuerpo perfecto a lo
largos de los años, pasó de estar constituido por mujeres con curvas a cuerpos femeninos
y masculinos extremadamente delgados.
Mientras que en
la actualidad se destacan aquellas apariencias consideradas “raras”, como los
cuerpos musculosos y las personas con vitíligo o heterocromía. Estos últimos son,
factores genéticos que hacen resaltar a los individuos que los padecen del
resto de las personas, lo los convierten en joyas para el mundo de la moda.
Sin embargo, este estándar tan variante, demuestra que el mundo de la belleza no posee realmente un modelo genérico de cuerpo perfecto. Por lo que la búsqueda del cuerpo ideal, puede tratarse de una labor de nunca terminar, lo que representa una angustia para quienes se comprometen con esta tarea.
Aprender a ser feliz, más que seguir los estándares de belleza
Las redes
sociales son una herramienta maravillosa que permite alcanzar a todo el mundo,
conectar con nuevas personas e interactuar con otros. Sin embargo, también
representan una amenaza para las personas más susceptibles ante las críticas.
Ya que al exponer tu cuerpo y cara en distintas plataformas, como Instagram o Facebook, tiendes a estar expuesto a los comentarios de otras personas incluyendo a desconocidos.
Este tipo de críticas, afectan la estabilidad mental y emocional de las personas, evidenciando el impacto de la sociedad sobre los individuos y su concepto de belleza. El cual a menudo causa más dolor, tristeza y privaciones, que felicidad por las metas logradas.
Un hecho que
muestra que lo realmente importante se encuentra en el interior de cada
individuo, más que en un estándar de cuerpo perfecto. Ya que solo al ser feliz
contigo mismo, podrás comprometerte con aquello que deseas realmente, incluso
si se trata de bajar algunos kilos extra.
Y es que mantenerte en forma y tener una rutina de alimentación saludable es una parte fundamental del cuidado del cuerpo. Sin embargo, si no te sientes a gusto al participar de esta rutina, los resultados nunca serán motivo de alegría para ti.
Por lo que te
recomendamos priorizar tu felicidad y el cuidado de tus emociones, aceptando
quien eres, tus habilidades y aptitudes. Al aprender a quererte primero,
lograras obtener mejores resultados en todo lo que haces, especialmente al
verte frente al espejo.
Solo así podrás ser
feliz con quien eres y cómo eres, y en caso de querer hacer dieta o ejercicio,
será por tu salud y porque es tu decisión. Y no porque sigues la tendencia de
la sociedad de perseguir el ideal del cuerpo perfecto.