Al rodearte de personas que se quejan todo el tiempo sobre lo que les ocurre, estas pueden robar tu energía, degradar tu moral y causarte daño, incluso si no formas parte del problema que le aqueja.
El día a día está repleto de dificultades y problemas que resultan complicados de resolver para algunas personas. Lo que conduce a las quejas, como método para liberar toda aquella tensión acumulada por dichas situaciones.
Sin embargo, el quejarte también tiende a atraer energía negativa. Por lo que al convivir con personas que constantemente se quejan puede tener un efecto negativo sobre tu persona.
Y no, no se trata de falta de empatía o compasión por otras personas, sino que aquellas personas que viven quejándose tienden a imponerse en tu vida. Por lo que es importante descubrir a tiempo, cuando dentro de tu círculo de amistades, existe alguien con esta energía y actitud.
De esta forma lograrás comprender su accionar y frenar los efectos negativos que estas personas atraen a tu vida, al pasar todo el día entre quejas.
Quienes se quejan de todo tienden a robar tu energía
Los individuos
que constantemente se quejan de todo lo que ocurre en sus vidas, tienden a
visualizarse como víctimas de cualquier situación que les afecte. Además buscan
confort y solución en aquellos que escuchan sus quejas, aunque sin realizar
cambios en su actitud o forma de enfrentar los problemas.
Al obligarte a escuchar cada una de sus quejas, estas personas buscan generar culpa, solidaridad o compasión en ti. Obligándote a ayudarle a solucionar sus problemas, incluso si ellos son la causa de dicha situación.
Debido a que invaden tu vida con esta enorme carga de negatividad, puedes llegar a sentir una falta de energía y un mayor agotamiento físico y mental. Al tomar la responsabilidad sobre los problemas de esa otra persona perjudicas tu estabilidad mental y emocional.
Además de la
falta de energía, el convivir con este tipo de personas, puede provocarte sentimientos
de culpa, frustración y tristeza. Los
cuales tienden a alterar los procesos de liberación de hormonas en el sistema
cognitivo, aumentando así el riesgo de padecer:
- Desequilibrios emocionales.
- Dificultades para resolver problemas propios.
- La disminución de la concentración.
- Pensamientos negativos.