Sin embargo, un reciente informe elaborado por expertos de la ONU, apuntan a que para poder contribuir con las medidas de prevención establecidas en el Acuerdo de París. Necesario fomentar una alimentación orientada hacia la producción sostenible.
El documento presentado este jueves en Suiza, por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), contó con la participación de 107 expertos de todo el mundo. Estos presentaron distintas alternativas con el objetivo de enfrentar las problemáticas de deforestación, desertización y el derroche del planeta.
Uno de los aspectos destacados del informe es la relevancia de educar a la población para adoptar una dieta basada en alimentos de origen vegetal, como cereales, legumbres, frutas y verduras. Además, de brindar una alta cantidad de nutrientes y beneficios para el cuidado de la salud, son altamente beneficiosos para la conservación del ecosistema.
Aunque no se descarta el consumo de los alimentos de origen animal, si se señala la importancia de que los mismos sean producidos de forma sostenible. Pese a que para algunas personas, estas recomendaciones puedan ser impactantes.
Dejar de comer carne salva el planeta
No es la primera vez que las organizaciones mundiales sugieren enseñar a la población a recurrir a dietas más saludables, al mismo tiempo sean amigables con el planeta. Los datos brindados por Greenpeace, indican que cerca del 15 % de los gases del efecto invernadero se originan por el procesamiento de la carne.
También, denuncian la explotación de las aguas y la deforestación a cambio de favorecer a la actividad ganadera. Esto resulta inevitable para estas organizaciones, recomendar una reducción de esta área de producción. Motivado a los efectos negativos que ha ido registrando durante la historia de la humanidad.
Especialmente, teniendo en cuenta el aumento desmedido en el consumo de grasas vegetales y carnes que se produjo a mitad de siglo pasado. El incremento de la población con sobrepeso, obesidad y con enfermedades cardiovasculares.
Ante este escenario, los expertos brindaron posibles soluciones para la problemática, entre ellas, la más destacada, es la de propiciar un cambio en la alimentación a nivel mundial.
También, se propuso la creación de muros verdes con el objetivo de controlar la desertización. Al tiempo que las áreas verdes contribuyan con la producción de oxígeno y con la retención de gases nocivos para la salud.