El aceite de soja dentro de los alimentos procesados, podemos decir que es uno de los más dañinos, resulta ser alarmante pero es una gran realidad que afecta a muchas personas hoy en día.
La soja dentro de la naturaleza resulta ser bastante perjudicial, y para llegar a ser de consumo humano, requiere un enorme tratamiento y estándares de calidad que en muchos lugares esto no es controlado.
Parte del problema del aceite de soja hidrogenado es que contiene grasa trans, por lo tanto si usted tiene un gran contenido de soja en su casa, se arriesga a producir más hormonas esteroides, todos los alimentos de soja viene derivados de esta planta, que realmente resulta ser tóxica en la naturaleza.
Sin embargo, lamentablemente, existe una gran producción de soja GMO en todo el mundo, esta producción hace imposible que la soja se aleje totalmente de nosotros, ya que la encontramos en cualquier lado.
Esto estipula un gran riesgo para la salud, estas grasa artificiales antinaturales creadas por medio del proceso de hidrogenación parcial, altera y causa caos en el organismo nivel celular. El aceite de soja por donde sea que se vea no es saludable para la salud, entonces a esto añádele que la mayoría de la soja que se cultiva en los Estados Unidos es transgénica, pudiendo tener sus propias consecuencia para la salud.
Debemos tomar en cuenta que algunos fabricantes de alimentos han optado por simplemente engañar a los compradores, una táctica permitida por la FDA ya que cualquier producto menos un gramo de grasa trans, por porción puede ser considerado como producto libre de esta grasa.
Debemos investigar un poco más de los alimentos que consumimos, es una observación importante ya que muchas enfermedades se deben gracias a alimentos como éste que desconocemos y usamos casi diariamente.
Por otra parte, se recomienda mejor utilizar aceite de coco casero que es un alimento con una gran variedad de usos e increíbles beneficios para la salud.
Cómo hacer el aceite de coco
El siguiente método extrae el aceite de coco de la leche de coco, otros métodos extraen el aceite directamente de la pulpa.
- Extrae el agua de coco haciendo dos hoyitos en los orificios que tiene en la parte superior. Vierte el agua en un envase.
- Luego abre el coco, saca la pulpa y rállala hasta que quede bien fina.
- Sácale la leche a la pulpa utilizando un colador de tela o un extractor de jugo (juicer). Con el colador vas a necesitar exprimir la pulpa para que la leche salga.
- Luego de extraer la leche, añade el agua de coco a la pulpa, espera que la absorba y exprímela de nuevo. Si usas el extractor de jugo, entonces puedes echar la pulpa y el agua de coco juntos la primera vez.
- Con el producto final (la leche de coco) se puede hacer el aceite de coco casero.
- Pon la leche en un sartén u olla a fuego lento y muévela lentamente, no la dejes de mover.
- El calor hará que la leche y el aceite se separen, en este punto debes sólo separar la leche del aceite. La leche se pondrá espesa y granulada, puedes utilizar un colador para separarlos.
- Eso es todo, así tendrás tu aceite de coco hecho en casa. Todo el proceso dura sólo un par de horas.
