Al emplear este material en la construcción de viviendas ecológicas destinada a personas de escasos recursos.
Inspirada en la tendencia de la reutilización de materiales para la construcción de viviendas, Ingrid decidió utilizar botellas de vidrio y de plástico, cemento, cal, arena, sedimentos y residuos orgánicos para el levantamiento de las casas.
Aunque en el 2000, la mujer construyó su primera casa de 170 metros cuadrados utilizando al menos 36.000 botellas de PET. Actualmente, ha participado en la construcción de más de 300 hogares. Asegura poder construir una vivienda en tan solo 20 días, con la colaboración de los futuros dueños de dicha casa.
Sin embargo, su proyecto, de Casas de Botella ha brindado alivio a sus compatriotas, y a personas de Argentina, México, panamá y Uruguay. En el futuro, Ingrid espera poder expandir su proyecto de construcción a Brasil. Un país que a su juicio, ha fomentado una mayor cultura del reciclaje de los materiales.
