20 frases de sigmund freud que te van a hacer reflexionar sobre tu vida.

Muchas veces pensamos que somos dueños y amos de nuestra vida y que decidimos nuestros actos, y en cierto modo es así, pero estos actos o decisiones las toma tu  inconsciente, ya que es el que domina a la persona.

Esto lo explica el médico neurólogo Freud, quien desarrollo teorías que afirman, que todo lo que sucede en nuestras cabezas, no lo podemos dominar, el inconsciente tiene mucho poder sobre nosotros y es por eso que hay que intentar comprender esos conflictos internos a través del psicoanálisis.
Muchos se confunden al leer esas teorías del llamado “padre del psicoanálisis”, pero este dejo unas frases que son sencillas de interpretar para que las personas hagamos conciencia de lo que sucede en el subconsciente y poder resolver esas confusiones internas.

Es momento de tomar las riendas de la vida, empezando por controlar esos pensamientos que muchas veces son la piedra de tropiezo que nosotros mismos nos ponemos.

FRASES PARA REFLEXIONAR SOBRE LA VIDA POR FREUD



Hablando en broma se puede decir así todo, incluso la verdad.
Raramente el hombre sea completamente bueno o completamente malo.

Volver la vida insoportable es el deber de todo ser vivo.
La impresión de ser engañado por los adultos es lo que más contribuye al aislamiento de los niños.
Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar sin equivocarme, que uno de los dos piensa por ambos.
Rivalidad no necesariamente quiere decir hostilidad.
He sido un hombre afortunado en la vida; nada me ha resultado fácil.
Ama a tu prójimo como el mismo te ama.
Si amo a alguien, debe merecerlo.
Hay dos formas de ser feliz en la vida. Una es haciéndose el tonto y la otra es siéndolo.
Los seres humanos no son todos dignos de ser amados.
¿de qué sirve una larga vida si es pobre en alegrías y rica en sufrimiento?
A veces un cigarrillo, es simplemente un cigarrillo.
Uno puede defenderse de los ataques, contra el elogio se está indefenso.
La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es: ¿Qué quieren las mujeres?
La ciencia moderna aun n ha producido un remedio tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
Cada uno de nosotros tiene a todos como mortales menos a sí mismo.
Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
Un buen día, echando la vista atrás, se dará usted cuenta que estos años de lucha han sido los más hermosos de su vida.
Quien piensa en fracasar, ya fracaso antes de intentar; quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante.
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