Estos caninos esparcen miles de semillas con el propósito de regenerar el ecosistema destruido y hacer que la fauna y vida silvestre vuelva a aparecer en los inmensos bosques.
Hace 2 años, hubieron terribles incendios forestales en la parte central de Chile, que provocaron tristes perdidas en la región de El Maule, con una cifra superior a 100 incendios forestales diferentes, que arrasaron con todo e hicieron desaparecer más de 900.000 acres de tierras forestales. Fue la peor temporada de incendios forestales en la historia del país, se perdieron muchas vidas y causó deterioros por un valor aproximado de $330 millones de dólares americanos. La fauna del lugar, se vio obligada a escapar a zonas más tranquilas y seguras.
El trabajo para re-cultivar infinitas hectáreas de árboles, parecía una tarea desalentadora…Hasta que tres enamorados trabajadores poco comunes asumieron la tarea. Das, de 6 años de edad, y sus dos hijas, Olivia y Summer, son tres Border Collies que han sido entrenados para correr a través de los bosques dañados con mochilas especiales que liberan semillas de plantas nativas. Una vez que arraigan, estas semillas ayudarán a regenerar el área destruida.
Resulta que los perros Border Collies son ideales para este tipo específico de trabajo. Atravesar kilómetros de terreno forestal requiere no solo velocidad, inteligencia y resistencia, sino también una buena disposición para mantenerse enfocado y no distraerse con la vida silvestre. Los Border Collies fueron criados para pastorear ovejas, por lo que no es tan probable que persigan o lastimen a otros animales en el bosque.
Las hermanas que poseen y entrenan a los perros, Francisca y Constanza Torres, dicen que el trío peludo se divierte saltando y saltando a través de la naturaleza. “¡Ellos realmente lo aman! Es un viaje al campo, donde pueden correr lo más rápido que pueden y pasarlo en grande”, comenta Francisca.
Este sistema también es más eficiente que hacer que las personas diseminen las semillas manualmente. Estos rápidos caninos pueden correr a través de un bosque y cubrir hasta 29 kilómetros por día. Los seres humanos, por otro lado, solo pueden cubrir unos pocos kilómetros cada día. Estos perros pueden esparcir más de 10 kilos de semillas, dependiendo del terreno. Mientras que los robots o los drones también pueden dispersar semillas pero los perros no son tan caros de manejar. Lo más importante es que dejan una huella de carbono más ligera.
Francisca y Constanza ponen mochilas especiales en los perros, las llenan con semillas nativas y luego se van a los bosques. Una vez que los perros han vaciado sus bolsas, Francisca y Constanza les dan muchas golosinas, vuelven a llenar sus bolsas y las sueltan nuevamente para correr alrededor del bosque destruido, rociando más semillas a su paso. El objetivo final de todo esto, por supuesto, es restaurar el ecosistema dañado y hacer que la vida silvestre regrese a los bosques.
Para Francisca, trasladar perros capacitados al bosque tenía mucho sentido. Ella es dirigente en un centro especializado de entrenamiento canino y una comunidad denominada Pewos. Mientras reciben algunas donaciones, ella y Constanza pagan por la mayoría de las semillas, los suministros y el transporte. A pesar del trabajo duro, su labor de amor ya está dando sus frutos.
“¡Hemos apreciado resultados positivos y alentadores en la flora y la fauna que regresan al bosque!” Mientras los caninos han trabajado continuamente en quince bosques en la región de El Maule, Constanza y Francisca organizan continuar lanzando semillas para que los bosques vuelvan a nacer gracias a su buen desempeño.