Tomemos un ejemplo: las hojas de laurel.
Apuesto a que no sabías que el olor distinto y único de estas hojas proporciona un efecto calmante en el cuerpo humano.
Las hojas de laurel han formado parte de la medicina natural durante siglos y su uso es muy extendido en varias partes del mundo.
Sus propiedades medicinales excepcionales, tales como sus efectos anti- inflamatorio y calmantes han sido reconocidos, al menos desde los antiguos griegos. Además, se creía que las hojas de laurel eran una fuente de tratamiento contra la epilepsia.
Incluso hoy en día, muchos profesionales de la medicina natural, reconocen los beneficios para la salud de las hojas de laurel, que incluyen la reducción de la hipertensión, la protección contra el insomnio y el estrés, así como el control de los niveles de colesterol en sangre.
Para cosechar mayores beneficios para la salud, puedes agregarlas a las comidas a medida que se cocinan, o puedes colocarlas en un recipiente de cristal resistente al calor y dejar que el aroma se esparza lentamente alrededor de la casa.
Quemar hojas de laurel es altamente beneficioso para la relajación de los músculos, calmar la mente y mejorar tu estado de ánimo.
Si los insectos han invadido tu cocina o césped, utiliza hojas de laurel para repelerlos. Difícilmente se puede encontrar una mejor solución, ya que son perfectamente seguras de usar, incluso en presencia de niños pequeños o mascotas.
Su potente olor hace maravillas cuando se trata de repeler cucarachas, insectos o similares.
El método es bastante sencillo: Pon un poco de hojas de laurel en cada rincón de tu casa o jardín. Puesto que son no tóxicas, también se pueden utilizar en la cocina donde se almacenan los alimentos.
Aunque puedes usar hojas de laurel secas o frescas, las secas son más eficaces debido a su penetrante olor.
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