hacen ejercicio, tienen una buena dieta y correctamente balanceada, también tienes una vida activa, pero a pesar de todo esto no has podido eliminar ese peso extra, puede que la respuesta sea una hormona que es la que causa que tu cuerpo no pueda bajar de peso.
La hormona de la que estamos hablando que es posiblemente la razón por la cual no puedes bajar de peso se llama: leptina. Esta hormona es la encargada de equilibrar los niveles de energía y el control del peso de tu cuerpo, es decir, que se encarga de unirse a los receptores del cerebro que están conectados con el apetito, le indica a tu cuerpo la cantidad de comida que necesita tu cuerpo cada día.
Otra de las funciones de esta hormona es que se conecta al sistema nervioso, conectándose con las células que permiten la quema de grasa en el cuerpo. El problema surge cuando el cuerpo se vuelve completamente resistente a la leptina. Cuando la leptina no cumple su función en el sistema sanguíneo, los receptores no reciben la información sobre el apetito y este se descontrola, causando que el cerebro sepa cuándo debes dejar de comer, es decir, cuando el apetito sea saciado.
Síntomas y solución de la resistencia de leptina en el cuerpo
Dentro de los síntomas más comunes que tu cuerpo presenta por la resistencia de leptina podemos mencionar:
⦁ Ansiedad
⦁ Aumento de peso
⦁ Comer por estrés
⦁ Antojos de azúcar
⦁ Problemas con la presión arterial
⦁ Problemas para conciliar el sueño
⦁ Aumento de la cantidad de comida
⦁ Dificultad para bajar de peso
⦁ Problemas con los triglicéridos
⦁ Aumento de peso
⦁ Comer por estrés
⦁ Antojos de azúcar
⦁ Problemas con la presión arterial
⦁ Problemas para conciliar el sueño
⦁ Aumento de la cantidad de comida
⦁ Dificultad para bajar de peso
⦁ Problemas con los triglicéridos
Entre otros síntomas. La respuesta para este problema es disminuir los carbohidratos, las grasas y los azúcares. Es decir, aumentar el consumo de alimentos orgánicos y completamente naturales. De esta manera podrás revertir el proceso y lograr que tu cuerpo vuelva a ser como antes, es decir con una dosis sana de leptina y que tu cuerpo reaccione bien ante ella.
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