La raíz de jengibre posee potentes propiedades anti-inflamatorias y analgésicas que lo hacen ser un buen ingrediente para el tratamiento de enfermedades como la artritis, el dolor de muelas o cualquier lesión que implique inflamación y dolor.
Son muchos los remedios que incluyen raíz de jengibre, pero hoy les vamos a explicar cómo preparar unas compresas calientes con jengibre para el tratamiento de distintas dolencias.
Las compresas se pueden utilizan para tratar numerosos problemas desde el dolor muscular, dolor menstrual, espasmos musculares, rigidez articular, dolor de espalda o lesión ya que ayudan a aumentar la circulación, aliviar la inflamación o incluso eliminar toxinas.
Una compresa de jengibre puede ayudar a aumentar la circulación y ayudar a desintoxicar su cuerpo, así como a aliviar la tensión en los músculos y las articulaciones.
Cómo preparar compresas calientes con jengibre.
Llene una olla con agua y lleve a ebullición, a continuación ponga a fuego lento.
Ralle raíz de jengibre hasta obtener la suficiente cantidad como para llenar la palma de su mano y colóquelo en una gasa y ate con una cuerda o goma.
Ponga la gasa con el jengibre en la olla con el agua y cocine durante unos minutos.
Incorpore en la olla unas toallas o paños pequeños durante unos minutos.
Modo de uso:
Escurra los paños y póngalos sobre la zona afectada.
Cubra con una toalla seca para ayudar a retener el calor.
Tendrá que cambiar las compresas cada pocos minutos para mantener la compresa caliente.
Realice esto durante unos veinte minutos.
Si utiliza las compresas sobre el estómago ayudan a la digestión.
Se pueden utilizar para aliviar el dolor de espalda, para estimular el flujo de sangre a los riñones, para ayudar con dolencias respiratorias (colocar la compresa sobre la zona de los pulmones).
Se pueden utilizar para la artritis, dolor de muelas, el dolor de cuello o para el tratamiento de un esguince o lesión.
Nota: No se deben utilizar estas compresas calientes de jengibre para la fiebre o dolor de cabeza.