Los pacientes que esta enfermedad necesitan seguir una dieta especial para controlar la acumulación de dichos productos de desecho que los riñones son incapaces de filtrar.
El seguimiento de una dieta renal especial disminuye la carga de trabajo de los riñones y se evita así el deterioro de sus funciones.
La dieta renal se basa principalmente en limitar los líquidos, llevar una dieta baja en proteína, reducir la sal, potasio, fósforo y otros electrolitos así como obtener las suficientes calorías en caso que esté perdiendo peso. También incluye una alta ingesta de fibra para evitar el estreñimiento que produce la pérdida de la función renal.
El seguimiento de esta dieta es primordial en caso de padecer esta enfermedad y especialmente en los pacientes que se someten a diálisis, y el no seguimiento de este tipo de dieta podría conducir a complicaciones como un exceso de líquidos, picor, problemas en los huesos, náuseas, pérdida de peso y apetito y unos niveles altos de potasio.
El médico le ayudará a confeccionar los cambios en la dieta que debe realizar y debe consultar con él cualquier cambio que vaya a realizar, igualmente a continuación le detallamos una serie de consejos en cuanto a la dieta que debe seguir.
1. Control de líquidos.
El exceso de líquido en el cuerpo causa hinchazón, dificultad para respirar y presión arterial alta.
El médico o el nutricionista le pedirá que limite la ingesta de líquidos debido a que el riñón no puede liberarlos a medida que disminuye la función renal.
Ejemplos de líquidos que deberá evitar son el café, té, sopas, refrescos, helados, hielo, leche, salsas, agua, vino o cerveza.
Entre los consejos que hay para evitar la ingesta de líquidos están el beber sólo cuando tenga sed, tomar menos sal para evitar tener más sed, cepillarse la boca hasta 4 veces al día para evitar que se seque la boca y el monitoreo de la cantidad de vasos de agua que consume diariamente.
2. Proteínas y control de fósforo.
Al disminuir las funciones renales el cuerpo no puede deshacerse del exceso de fósforo causando un desequilibrio.
El fósforo trabaja con el calcio para mantener los huesos sanos, y un desequilibrio puede impedir que el cuerpo no reciba el suficiente calcio y por tanto puede afectar a la salud de los huesos.
Un alto nivel de fósforo se caracteriza por picor en la piel, dolor óseo y articular y unos huesos quebradizos.
Los alimentos ricos en fósforo son las bebidas de cola, queso, mantequilla de cacahuete, hígado de pollo, nueces, y cerveza, los cuales debe evitar y sustituir por otros que contengan un menor nivel de fósforo.
Las personas que sufren de enfermedad renal deben limitar su ingesta de proteínas si no están recibiendo diálisis. Sin embargo si el paciente se está sometiendo a diálisis se den tomar proteínas ya que se pueden perder debido al tratamiento.
Alimentos ricos en proteínas son los productos lácteos, el queso y la carne, la leche, huevos, mariscos y productos avícolas. Los alimentos con nivel de proteína inferior son panes, cereales, granos, verduras y frutas.
3. Control de potasio.
El cuerpo necesita potasio para mantener el buen funcionamiento de los nervios, músculos y corazón. Un alto nivel de potasio es peligroso y a medida que la función renal disminuye, el nivel de potasio puede aumentar hasta el punto de detener el funcionamiento del corazón.
Los alimentos con niveles altos de potasio y que deben evitarse son los plátanos, brócoli, chocolate, café, naranjas, patatas, ciruelas, pasas, nueces y albaricoques. Se pueden sustituir por alimentos con un nivel más bajo en potasio como manzanas, frijoles, uvas, cebollas, melón, peras, arándanos y pan. A pesar de que estos alimentos son bajos en potasio, si se toman en grandes cantidades también pueden ser fuentes de un alto nivel en potasio.
4. Control de sodio.
Los desequilibrios en el nivel de sodio pueden causar cálculos renales e inflamación en los ojos, las manos y los tobillos. Se necesita mantener un nivel equilibrado de sodio en el cuerpo para el control de las funciones musculares de fluido y de la presión arterial.
Los alimentos con alto contenido de sodio son la sal, patatas fritas, frutos secos, queso, sopa instantánea, alimentos enlatados y otros alimentos procesados.
La dieta renal es muy importante para evitar complicaciones en el cuerpo además de ayudar en el proceso de curación, pero debe consultar con su médico antes de hacer cualquier cambio en la dieta.
Fuente: http://www.wellnessbin.com/an-introduction-to-the-renal-diet-for-people-suffering-from-kidney-disease/